Los sensores del coche pueden ser grandes verdugos
Para muchas personas los sensores del coche son un quebradero de cabeza, pero son indispensables para diversas funciones del vehículo. Estos pequeños transmisores son los encargados de informar a la UCE (unidad de control) sobre el funcionamiento de diversos componentes del automóvil.
Mientras más moderno sea el coche también lo será el número de sensores, así les es posible hacer que la conducción sea muy cómoda y sencilla. Con ellos se optimizan las tareas relacionadas a las emisiones de gases, el consumo de combustible, la eficacia del motor y hasta la seguridad, entre otras. Al tener que reemplazar alguno es bueno disponer un contacto con desguaces de coches audi, Skooda, Renault o cualquiera que sea su marca de vehículo para no acabar con el presupuesto.
Su funcionamiento consiste en hacer de la información química o física como la cantidad de gases emitidos, la temperatura o el número de revoluciones, en datos electrónicos que son enviados a la centralita y así pueda ser comprendida por la unidad de control. En esta serán medidos por su intensidad, duración y frecuencia, con el propósito de que la información que se extrajo sea tan exacta como se pueda.
Según la lectura que se obtenga al ser contrastados en la UCE, que es donde se almacenan a diario, es posible detectarse si existe algún cambio considerable; si es el caso, el sistema electrónico se encargaría de avisarle encendiendo el testigo luminoso en el tablero según el que corresponda o tomando las medidas pertinentes por medio de los actuadores.
Las averías en los sensores
Aunque los sensores están hechos para soportar condiciones extremas, pero el ser tan exactos les cuesta al volverlos muy susceptibles a fallos. Suelen estar aptos para tolerar productos químicos, humedad, suciedad y hasta campos electromagnéticos, con el fin de que la información que recaban no se vea alterada y pueda llegar a la UCE y posteriormente a los actuadores para realizar las medidas que se ameriten.
Sus averías afectan notoriamente el funcionamiento del motor, sobre todo en la potencia provocando que no le sea posible arrancar; este tipo de problemas sería causado por un contratiempo con el sensor de las revoluciones o el encargado de medir la presión del combustible. Sin importar cual sensor sea, el sistema electrónico encenderá una señal luminosa cuando se detecte alguna irregularidad en cualquiera de ellos.
Los fallos más caros suelen ser los que perjudican a la UCE ya que sustituirla es un golpe duro al bolsillo. Comprar estas piezas de segunda mano es una excelente forma de ahorrar considerablemente el presupuesto, por lo que visitar un despiece de audi a4, Toyota, Ford o cualquier otra marca supondría un gran alivio para la factura, y si lo hace vía online también gana tiempo.